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Trabajo de Graduación

Licenciatura en Artes Plásticas 

Orientación en Grabado y Arte Impreso

 

Título:

¿Cuánto peso carga nuestra sangre?

 

Tema:

Estrategias poético-políticas  para la visibilización del silencio: el caso de las existencias VIH positivas.

 

 

Martina Riera

DNI 39.865.835

Leg. 73159/3

Tel: 2944 580411 

E-mail: martinariera96@gmail.com

Profesor Titular: Lic. Guillermina Valent

Octubre 2020


 

 

RESUMEN

 

Este proyecto indaga en las formas que tiene el silencio, como materialización de las violencias que impactan sobre determinados colectivos que habitan sus identidades por fuera de las normas sociales hegemónicas, en particular el colectivo de personas VIH positivas. Colectivo en el cual la autora se reconoce  como parte. Cuestionar el silencio, para este trabajo es ponerle palabras, pensar formas y construir metáforas. Para vehiculizar estos propósitos se trabajó con afiches como dispositivo. Concluyendo en una primera etapa de montajes performativos en la vía pública.

 

FUNDAMENTACIÓN INICIAL:

 

Si buscamos la definición de silencio en el diccionario aparece como un “estado en el que no hay ningún ruido o no se oye ninguna voz” (Oxford Languages) Hurgando sobre las posibilidades del concepto también aparece la acción de silenciar, como “hacer que no se oiga ningún ruido o voz, o que no se pueda expresar algo” (Oxford Languages)

Estas definiciones nos llevan por distintos caminos y formas de entender cómo puede operar el hecho de optar por el silencio o por acallar, entre las cuales reconocemos una delgada línea de separación. 

Este trabajo indaga en las formas que tiene el silencio, como materialización de las violencias que impactan sobre determinados colectivos que habitan sus identidades por fuera de las normas sociales hegemónicas, en particular el colectivo de personas VIH positivas. Colectivo en el cual la autora del presente proyecto se sitúa como parte.

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La autobiografía como necesidad y como estrategia

 

El título de este trabajo propone una pregunta: “¿Cuánto peso carga mi sangre?” Este busca inicialmente introducirnos e invitar a la reflexión acerca del imaginario colectivo respecto del VIH; el cual, en la actualidad a casi 40 años de su aparición, sigue estando ligado a un imaginario conformado en los primeros años del sida (Hernandez Rut, 2018, p 5)

En vistas de lo anterior creemos urgente generar y visibilizar lo que significa tener un cuerpo VIH positivo en la actualidad, sus implicancias como una infección crónica, y alejarla de especulaciones erróneas que la ligan casi sin mediaciones o alternativas con la idea de muerte.

Al hacer referencia a “mi sangre”, este proyecto busca poner en cuestión el VIH a partir de las historias y experiencias de personas concretas, de cuerpos que contienen esa sangre (y fluidos) con VIH, corriendo el eje hacia las personas en tanto sujetos atravesadas por esta situación particular. Es así que buscamos re-direccionar y ampliar las perspectivas acerca de la idea que los públicos tienen acerca de ésta infección y de las personas que conviven con ella, en concordancia con la concepción que propone a los cuerpos como “un centro de reflexión a partir del cual se genera un discurso en torno a las relaciones entre el yo y el otro” (Hernández Rut, 2018, p 3)

En este sentido, Fernández, Ana Clara señala que las prácticas artísticas llevadas a cabo en y a través del propio cuerpo de lx artista son una constante en el campo del arte contemporáneo por lo que retomando a Patricia Marquez explica que: 

En estas circunstancias regidas por una nueva sensibilidad es que las identidades de los sectores sociales históricamente excluidos o relegados encontrarán un lugar para la expresión de aquello que venía siendo callado, y especialmente para la reivindicación de la presencia activa (Márquez, 2002, p.126). Irán apareciendo en este nuevo y complejo entramado social, producciones teóricas, críticas y artísticas en las que el cuerpo adquirirá un acentuado carácter simbólico y reivindicativo. (Fernández, 2019, p 19)

 

De aquí subyacen cuestiones a tener en cuenta, entre las que destaca la condición del cuerpo como espacio político. La intención del presente trabajo es llevar el eje de los debates y los cuestionamientos hacia el propio cuerpo para así develar tramas colectivas, tratando de entender las representaciones entre un cuerpo seropositivo y un cuerpo negativo. Para así poder reflexionar sobre el imaginario colectivo y su incidencia en las existencias VIH positivas. 

Así aparece el vínculo entre lo personal y lo político, lo íntimo y lo colectivo, para lo que resultan relevantes las palabras de Fernández Ana Clara:

 

“De esta manera, los artistas que hacen uso de su cuerpo como materialidad de la obra hablan de sí mismos diluyendo su historia personal en los relatos sociales. Este modo particular de proceder traza su trayectoria, destacando situaciones personales en una búsqueda por manifestar los nodos colectivos. Citan a su vez el entorno que los rodea, su historia social; dan testimonio de aquello que les sucede diariamente, de su propia vida entremezclada en el contexto que los envuelve.” (Fernández, 2019, p 17)

 

Entonces, este trabajo realiza una búsqueda desde los planos sensibles, poéticos y políticos; que aspira a  poner en relieve de qué manera opera la violencia sistemática social, que acaba por silenciar el carácter seropositivo de nuestras existencias. Lo que genera que los debates y reflexiones en relación al vih circule casi únicamente dentro del colectivo; y que las realidades particulares, sensibles y cotidianas de las personas vih positivas sean una incógnita para la mayor parte de la sociedad. Haciendo visible la falta y la desinformacion.  Este aspecto del trabajo se relaciona directamente con lo que desarrolla Fernandez en su investigación:

 

“En las últimas décadas se ha generado un desarrollo sustantivo del campo

autobiográfico, biográfico y de las confesiones personales en el campo del arte, que pareciera reafirmar su presencia como una obsesión que pretende dejar huellas en una búsqueda por trascender. Su vigencia aún hoy tal vez se deba a los tópicos a los que están ligados, tan significativos como la identidad, las identidades de los sujetos, la realidad, las historias personales y colectivas, lo íntimo y lo privado, lo personal y los entornos sociales, las situaciones que hacen a la cotidianeidad.” (Fernandez 2019, p15)


 

El silencio: entre lo dicho y lo que queremos decir

 

Este trabajo dialoga entre el silencio y la palabra, entre lo íntimo y lo colectivo, lo personal y lo político. La urgencia de dar voz a demandas sociales, desde las vivencias y el cotidiano del colectivo VIH positivo hoy acallado e invisibilizado.

 Para poder develar lo cínico del discurso hegemónico que circula sobre el VIH, lo extremadamente acotado que resulta, y lo repleto que está de ideas erróneas y caducas, las cuales construyen un sentido común lleno de ignorancia de lo que realmente significa llevar una existencia seropositiva.   

Por lo tanto, este trabajo pretende aportar a generar un nuevo sentido, interrogando desde la experiencia personal al imaginario colectivo acerca del VIH, como ya lo han hecho múltiples propuestas artísticas desde su aparición en adelante. Según Rut Martin Hernández, en su investigación acerca de experiencias de prácticas artísticas en torno al VIH, refleja cómo: 

 

En ese hacer común, el arte ha servido para demostrar que la realidad del VIH/SIDA es mucho más compleja y múltiple que lo que se desprendía de las informaciones institucionales y de la representación que se hacía de ella desde los medios de comunicación. (Hernández, 2018, p3)

 

Cuestionar el silencio, para este trabajo es ponerle palabras, pensar formas y construir metáforas. En primer lugar, buscando y reflexionando acerca de las raíces, para entender y poder romper, repensar y resignificar las implicancias personales e íntimas que conlleva el hecho de salir del silencio, y la correlación de atravesar el desconocimiento y el estigma social.

 

La gráfica/el afiche como alternativa para romper el silencio

 

Para poner en acto estos propósitos el trabajo se sirve de algunos recursos propios de la gráfica que permiten representar la ruptura del silencio desde lo visual, abordando y explorando especialmente el concepto de silencio en diálogo formal con sus opuestos: la voz, el ruido, el estruendo. Se desarrollan así diferentes procedimientos que derivan del pasaje entre el silencio y el ruido desde dos perspectivas. En primer lugar, nos apoyamos en una característica intrínseca de la gráfica:  su reproductibilidad técnica y como consecuencia, las posibilidades que ofrece como medio de comunicación alternativo u opaco, o para visibilizar, en este caso, una narrativa o discurso acallado. Con este fin haremos circular los afiches en el espacio público como un lugar propicio para su montaje y desarrollo. En segundo lugar, se profundiza en las posibilidades procedimentales que ofrece su vasto repertorio técnico en cuanto a las acciones de reimpresión y sobreimpresión como características formales de insistencia para componer las imágenes. 

La intención de visibilizar, resulta la vertiente más política del proyecto, surge de la urgencia por comprender el hecho de vivir con vih como una situación política. Como también, dar cuenta de que el motivo de que muchas de las personas seropositivas elijan el silencio es una responsabilidad política colectiva. En este sentido, este trabajo pretende problematizar, interpelando la responsabilidad política individual. 

Entendiendo, entonces, el carácter también político, urgente y colectivo del presente trabajo, su desarrollo se piensa como pegatina para la vía pública, para la calle. Entendiendo esta como espacio de disputa de sentidos, y como forma de intervención en la realidad cotidiana, ponderando la motivación inicial del trabajo: Visibilizar. Entendiendo también la relación directa y la unión que hay entre el presente trabajo y el activismo vih positivo. En este sentido retomando el Catálogo de la Exposición “Perder la forma humana” donde al hablar sobre la gráfica, resalta que:

 

“[...] en tanto lenguaje ligado “a la reproducción masiva y al anhelo de la utopía democratizadora” implicada en ella adquiere su sentido político en la búsqueda de un arte participativo como un nuevo género “cuyo concepto es usar la calle como soporte de arte” no sólo por la geografía en la que se despliegan sus intervenciones, sino también por su vínculo con determinados movimientos sociales a los cuales consideran su “soporte social”. (AAVV, Perder la forma humana, P 23)

 

MODOS DE REALIZACIÓN: 

 

La realización de este trabajo tiene como soporte prioritario el afiche, por sus múltiples posibilidades de circulación. Su montaje funciona tanto en el espacio público- su circulación habitual-  como también en el espacio privado. 

Si bien este proyecto tiene previsto desarrollarse en los dos ámbitos de circulación, vía pública y en espacios de exhibición interiores/cubo blanco. Atendiendo a las condiciones particulares de cada uno,  en esta primera instancia de realización se trabajó especialmente en la vía pública. 

En etapas sucesivas se podrá dar continuidad con una instalación que aspira a develar nudos que motiven la reflexión de un dispositivo -el afiche- que como ya se mencionó tiene sus canales de circulación prioritarios en la calle pero que en otros modelos de montaje devela, también, condiciones inéditas. Para repensar esta alternativa retomamos el trabajo de Juan Carlos Romero respecto de la muestra “Violencia”: «[…] Romero, por su parte, se refirió a su instalación como arte de “concientización ideológica” [...] “apunta a una visión consciente del espectador y no una mera visión estética”» (Romero, David, Longoni, 2010, p128). 

 

La realización y producción del trabajo que se presenta en esta primera instancia consistió de 4 etapas:

 

1- Convocatoria: Previa a la definición del contenido de los afiches, se realizó una convocatoria dentro de grupos virtuales, como RAJAP (Red Argentina de Jóvenes y Adolescentes Positivos) y contactos de personas VIH positivas. Esta pedía una reflexión acerca de la relación entre el vih y el silencio en formato de audio; insumo recolectado con la intención de que sea parte  tanto de una instalación sonora -que se realizará más adelante-, como para generar contenido audiovisual con el registro de la pegatina de los afiches en el espacio público. Esta decisión de que se resalte la voz y la perspectiva de cada persona, va en consonancia con la búsqueda por visibilizar las vivencias sensibles y particulares de cada persona que convive con el VIH, dándole al presente trabajo un carácter colectivo. De aquí se recopilaron múltiples visiones que enriquecieron la construcción del proyecto y le dieron nuevas miradas.

 

2- Producción de los afiches: En primer lugar se hicieron pruebas con serigrafía y stencil sobre varios soportes de papel, conceptualizando a través de su materialidad los conceptos de resistencia, fortaleza, transparencia y fragilidad. Para ello nos servimos de prospectos del tratamiento antirretroviral para el VIH que tienen la particularidad de poseer un tamaño muy superior a los que nos encontramos habitualmente. Estos fueron tachados, dejando en relevancia sólo la palabra “VIH”, para resaltar esta trama de lo acallado, negado y silenciado. En esta primera instancia se trabajó gráficamente en torno a la frase “Cuánto peso carga nuestra sangre”.

En segundo lugar se optó por realizar los afiches en un taller tipográfico de letterpress, ya que con esta técnica se pudo generar el efecto de la sobreimpresión y superposición con diferentes colores, el concepto formal de insistencia y de sobreinformación que se planteaba en el proyecto.

Para el letterpress se utilizó tanto papel obra, como papel de prospecto, siendo que el elemento principal iba a ser la superposición de impresiones. Para generar la superposición se implementaron tintas transparentes y se optó por realizar principalmente preguntas, con la única afirmación en forma de repetición de: “VIHVIMOS”, siendo esta la inscripción de base de muchos de los afiches. Luego se sobre imprimieron las preguntas: “¿Cuánto vale una existencia seropositiva?” “¿Cuánto silencio entra en un cuerpo?” “¿Cuánto peso carga nuestra sangre?”

Se priorizo hacer preguntas, para generar incógnitas y no respuestas, se pensó  a partir del “cuánto”, para resaltar la tensión de hacer mensurable algo que es inconmensurable.

 

3- Pegatina en la vía pública: Se realizaron 3 instancias de pegatina de los afiches en el espacio público; para esto se generó un equipo interdisciplinario, que también llevó a cabo el registro de la acción. La primera fue realizada durante “La 13° marcha del Orgullo de La Plata” [Figura 1] entendiendo al mismo como un acontecimiento que sostiene objetivos similares a los del presente trabajo. La segunda y la tercera en contextos comunes, con grupos de aproximadamente 8 personas, incluyendo registro e iluminación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                Figura 1 . Registro pegatina en la calle . Diciembre 2020

 

4- Edición audiovisual: Esta última etapa del trabajo consta de la recopilación del registro de las pegatinas y de los audios de la convocatoria, para generar un audiovisual, que intenta plasmar el tema del proyecto: La visibilización del 

silencio de las existencias vih positivas. 

 

Cabe resaltar que este trabajo retoma como referencia el proyecto “Hambre” [Figura 2] de Daniel Diteruggi artista gráfico de la ciudad de La Plata, reconociendo la forma que tiene de componer con las diferentes impresiones, tanto desde la repetición, la utilización del texto, los colores y la escala; todas estas elecciones hacen al impacto que genera en el espacio público.

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                                                                                 Figura 2. Hambre (2019). Diteruggi, Daniel

              

 CONSIDERACIONES FINALES

 

La realización del presente trabajo, representa un punto de partida para seguir cuestionando y generando nuevos sentidos acerca del VIH a partir del arte. Se ha configurado también como una experiencia  que develó nuevas formas de abordar la temática exigiendo decisiones que definan las vías a trabajar en una trayectoria en la que aparecieron múltiples lugares para retomar a futuro.

El ímpetu por visibilizar formas de existir acalladas, abrió caminos dentro del colectivo vih positivo tanto en el nivel personal como en su innegable impacto sobre la trama colectiva; de esta manera se produjo una retroalimentación entre este proyecto y el amplio espectro de personas que involucra generando cambios significativos en un proceso de diálogo que exige su continuidad. 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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¿CUANTO PESO CARGA NUESTRA SANGRE?

Martina Riera

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